No tengan miedo.

“Dijo: «¡Escuchen habitantes de Judá y de Jerusalén! ¡Escuche, rey Josafat! Esto dice el SEÑOR: “¡No tengan miedo! No se desalienten por este poderoso ejército, porque la batalla no es de ustedes sino de Dios.”
‭‭2 Crónicas‬ ‭20:15‬ ‭NTV‬‬

Orando al Señor en medio de este tiempo de alto stress, rodeados por esta pandemía viral, vino a mi corazón, la palabra registrada en el versículo que acabamos de leer, en ese tiempo como el actual, nada podía hacer el Rey, ni el pueblo, para evitar la invasión, pero Dios que es mayor que todas las cosas y más poderoso que cualquier adversidad.

Si existe un momento para el cual fue hecha la fe, es para el tiempo presente, para enfrentar y soportar las dificultades.

A lo largo y ancho de las escrituras encontramos hombres y mujeres de Dios, que tuvieron que enfrentar cosas mucho más terribles que las que nos toca a nosotros, pero se sostuvieron por la fe como esta escrito en la carta a lo Hebreos y en el capítulo 11, el capítulo de la fe por excelencia y podemos leer en algunos de sus versículos, lo siguiente :

“Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones, apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a filo de espada. Su debilidad se convirtió en fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros.”
‭‭Hebreos‬ ‭11:33-34 NTV‬‬

En la primera carta el Apóstol Pedro, escribe lo siguiente.

“Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, él los levantará con honor. Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.”
‭‭1 Pedro‬ ‭5:6-7‬ ‭NTV‬‬

Recordemos esta realidad, el tiene cuidado de nosotros, en esta vida y en la venidera, pues aquí estamos solo de paso, no hemos venido para quedarnos, por lo tanto podemos aprender a no vivir apegados a tantas cosas vanas y en cambio disfrutar de la amistad con Dios, la cual es eterna y llena de Gloria.

Por lo tanto, hoy descansemos en Él, llevemos nuestras preocupaciones en oración a los pies de la cruz y permitamos que cuide de nosotros, recordando como lo dice el versículo del inicio, “la batalla no es de ustedes sino del Señor”.

En el nombre de Jesús, amén.

Un muy bendecido martes

Pastor Diego Ospina.

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