Al tercer día
“Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.”
S.Juan 2:1-2 RVR1960.
Cuando conocemos esta historia podemos concluir Al tercer dia, el agua fue hecha vino y cabe resaltar que fue el mejor vino.
Para suplir la necesidad, completar lo incompleto, hacer posible lo imposible, pero sobre todo para mostrar proféticamente lo que habría de ocurrir en «aquel tercer día» el de la resurrección y aunque ciertamente no «había llegado su hora» para la manifestación de su gloria eterna, sí el de dar vislumbres de ella. Por eso la escritura nos dice:
“Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.”
S.Juan 2:11 RVR1960
Ahora bien, el versículo de nuestro devocional para hoy, nos narra que estaban, la madre de Jesús, Jesús y sus discípulos, es decir, quien creía, quien hacia y los que habrían de creer, este es exactamente el panorama que nos encontramos en nuestro diario vivir, como hijos de Dios, somos los que creemos, quienes tenemos testimonio, hemos sido testigos de su grandeza y su poder, en diferentes situaciones en la vida, en nuestro caminar con Jesús, le hemos visto, suplir, sanar, proveer, rescatar y restaurar, al igual que la madre de Jesús, debemos tener, como está escrito:
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
Hebreos 12:2 RVR1960.
Él claramente es, el autor y consumador de la fe, quien es el centro de todo y a través de quien la Gloria de Dios, es manifiesta a la humanidad, por encima de Ángeles y principados, es él quien nos guía, guarda, cuida, provee y protege, para ello, nos ha dado su propio Espíritu, el Espíritu Santo, para que este con nosotros, en nosotros y sobre nosotros, por ello es necesario establecer una amistad con el Espíritu de Dios, como está escrito:
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
S.Juan 14:26 RVR1960.
En muchas ocasiones tristemente, sólo queremos el favor de Dios, antes que a Dios, es decir su bendición por encima de nuestro deber de ser obedientes, sin llegar a comprender que caminar en obediencia es parte de la bendición, porque fortalece la fe, cierra la puerta al enemigo y nos llena de su paz.
Oremos para que con un corazón dispuesto, permitamos que la Gloria de Dios sea manifiesta en todo nuestro ser y se refleje al mundo que nos rodea en el Nombre de Jesús amén.
Feliz y bendecido día.
Pastor Diego Ospina.