Previsión
“Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.” S. Lucas 14:28-30 RVR1960
Estos versículos del devocional para hoy, nos invitan a reflexionar, a observar, contabilizar, analizar y evaluar, con que recursos contamos, antes de empezar una obra, en esta caso en particular, se trata de una torre, muchas son las funciones que encontramos a lo largo de la historia aún hasta el tiempo presente en donde se pelean las alturas de las ciudades de renombre, inmensos rascacielos y es que el sentido particular de edificar una torre, es el de mostrar poder, autoridad sobre una región o propiedad, es decir cuando se ha alcanzado cierto estatus social, lo siguiente es erigir una torre, con ella se anuncia a todo el que la vea, el poderío económico y militar con que se cuenta.
Por lo tanto Jesús confronta a sus discípulos con este ejemplo, pues en los versículos inmediatamente anteriores les ha dicho:
“Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.” S. Lucas 14:25-27 RVR1960.
Ahora bien, este principio debe ser aplicado para cada caso en la vida, primeramente, como está escrito en el ser discípulos de Jesús, ¿estamos claros del precio que hay que pagar? ¿estamos dispuestos a asumirlo? O ¿habremos de hacer el ridículo, quedando en un punto intermedio, en donde no se es ni lo uno, ni lo otro, en donde decimos seguir a Cristo, pero nuestro hechos contradicen nuestros dichos?
Entremos en oración para que el Espíritu Santo, nos examine y revele, nuestro compromiso real, hasta donde somos en realidad o no, discípulos del Señor y entonces tomar las decisiones necesarias, para dejar de hacer el ridículo con quienes nos rodean, en el Nombre de Jesús, amén.
Un muy bendecido día.
Pastor Diego Ospina.