No juzguéis
“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.”
S. Mateo 7:1-2 RVR1960
En muchas ocasiones no somos conscientes de la realidad expresada en el versículo de nuestro devocional para hoy, pero si algo se cumple a cabalidad es esto, cada vez que emitimos juicio, usurpamos el lugar que sólo le corresponde al juez supremo, es decir a Dios, con la gran diferencia que sus juicios, son rectos, sin inclinaciones a causa de emociones, como ira, celos etc.
Mas los nuestros están basados en estas emociones, por lo tanto, el camino que nos queda cuando levantamos juicio, es arrepentirnos y pedir perdón al Señor.
Sé que al leerlo podríamos creer que el juicio y la medida a la que se verá sometido, el que juzga, vendrá en el tiempo del juicio final o algo por el estilo, pero la realidad es; el que juzga, se verá repitiendo los patrones, actitudes y comportamiento que juzgaba, es increíble ver como esto sucede, hay un viejo adagio, algunos se lo asignan a Napoleón: «ten cuidado de tu enemigo, no sea que termines pareciéndote a él», suena descabellado, sin duda, algunos hasta dirán, jamás, yo no haría nunca, tales cosas, pero el juicio, abre puertas en lo sobrenatural, da derecho, para ser moldeados a la imagen de lo que juzgamos, por ello el antídoto, es el perdón, lo cual es dejar en manos del verdadero Juez Justo, a quien se pretende juzgar.
Así que hoy, dejemos la silla del juez en manos del Todopoderoso quien puede juzgar con justicia verdadera e imparcial, arrepintámonos de todo juicio, quitemos el poder del juicio, sobre nuestras vidas y descansemos en aquel que puede hacer todo perfecto, en el nombre de Jesús, amén.
Un muy bendecido jueves.
Pastor Diego Ospina