Acerquémonos pues Confiadamente…
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Hebreos 4:15-16 RVR1960
Qué difícil es para aquel a quien Cristo no se le ha revelado recibir está declaración que nos hace la carta a los Hebreos, «fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado», no es posible recibir el que Jesús jamás peco, pues sólo por medio de la fe puede ser entendido y no digo solo creer, porque no se trata de una «fe ciega», término que es contradictorio en sí mismo, pues la fe, implica ver, tanto que la escritura en 1 Corintios 5:7, dice “(porque por fe andamos, no por vista);” incluso ver más allá de los sentidos físicos, en otras palabras, percibir el entorno de manera sobrenatural, pues el ojo humano puede ser engañado, con trucos de prestidigitación. Por ejemplo, más la fe sobrenatural que proviene de Dios, tiene como fundamento la palabra y la guía por medio de la revelación del Espíritu Santo, lo cual evita que aquel que vive por ella, sea desviado o confundido, pues toda relación con Dios inicia y termina en la fe, por lo cual aquel que apóstata de ella, es porque en realidad nunca la tuvo, más engañado por sus sentidos, de manera emocional se acerco a Dios y una vez la emoción se desvanece, con ella también la supuesta fe.
Pareciera ser que el escritor de la carta a los Hebreos fue inspirado a propósito por el Espíritu Santo (pues dice de si misma la escritura “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” – 2 Timoteo 3:16-17 RVR1960).
Para plasmar esta verdad, «que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.», a manera de filtro pues sin duda el incrédulo tropezara con ella, más quien vive por la fe, no sólo recibe esta vedad, pero también la declaración final. «Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Así que confiadamente por medio de la fe, podemos acercarnos al trono de la gracia, pues alcanzaremos misericordia y gracia para ser ayudados oportunamente, en el nombre de Jesús amén.
Un muy bendecido martes
Pastor Diego Ospina