¿Tú quien eres que juzgas al criado ajeno?
“¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.”
Romanos 14:4 RVR1960
Amados, cuando leemos las escrituras y vemos como se establece una línea, entre lo que ordena el Señor y lo que pensamos como seres humanos que debe ser hecho, y por ello en muchas ocasiones, caemos en la tentación de juzgar, por el solo hecho de comportarse diferente a lo que nosotros haríamos. Más la palabra nos impulsa en diferentes ocasiones a aceptar a los demás con sus diferencias, en cuanto a costumbres, sin dejarnos llevar por el «legalismo», el cual da mayor importancia a la forma que al fondo, es decir a como se hacen las cosas que las cosas que se hacen.
Me impresiona leer al apóstol Pablo en la Carta a los Filipenses cuando escribe:.
“Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.”
Filipenses 1:15-18 RVR1960.
«Por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado» y añade «en esto me gozo, y me gozar aún», increíble, la libertad de corazón, con que vive el apóstol, la cual aunque sabe que algunos quieren causarle alguna clase de daño, da mayor importancia a que el Evangelio sea anunciado. Debiéramos aprender a vivir así, sin juicios, ni señalamientos, ciertamente habrá cosas en las cuales habrá que sentar una posición y corregirlas, pero ese es otro tema, el que nos compete en el devocional para hoy, es aquel que da mayor importancia a lo externo y juzga al otro por ser diferente a él.
Bien lo dijo Jesús, Señor nuestro y quedó registrado en los evangelios.
“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?”
S. Mateo 7:1-3 RVR1960.
Oremos para que podamos ver con ojos llenos de misericordia a los demás, despojados de todo orgullo y superioridad y podamos amarlo como Cristo nos ama, en el Nombre de Jesús amén.
Un muy bendecido día.
Los amo y bendigo en el Nombre de Jesús.
Pastor Diego Ospina.