Y estos eran más nobles…
“Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.”
Hechos 17:10-12 RVR1960
Es claro el ejemplo y de ahí la connotación que la escritura hace acerca de aquellos que habitaban en Berea, al llamarlos más nobles en comparación con los de Tesalónica, debido a que ellos, no «tragaban entero», frente a lo que el apóstol Pablo y Silas, les enseñaban, pues teniendo las escrituras, se daban a la tarea de escudriñarlas y comprobar que fuera cierto, esto es sin duda símbolo de nobleza, en el sentido de refinamiento, de alta estima y preparación.
Por lo tanto entendemos que Dios, no espera que recibamos sin usar el intelecto que nos ha sido dado por El, espera que nuestra fe, este basada en los elementos contundentes que provee las escrituras, por ello está escrito.
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
Romanos 10:17 RVR1960.
En la medida que nos alimentamos de las escrituras, crecemos en fundamento cierto, evitando que cualquiera pueda desviarnos de la verdadera fe, a través de argumentaciones y suposiciones, que tienen apariencia de verdad, pero no lo son, por lo tanto entre más estudiamos la Biblia, más crece nuestra fe, más fuerte es el fundamento de ella y menos volubles somos a las falsas doctrinas.
Ahora bien, es necesario conocer las escrituras para conocer el plan y el propósito de Dios, desde la antigüedad y poder ver a través de toda ella reflejado la figura del Cristo, quien es la columna vertebral, pues desde Moisés, hasta el Apocalipsis de Juan, podemos verlo, tanto en las leyes, como en las ceremonias y en aquellos hombres y mujeres sobre los cuales fue depositado el Espíritu Santo, para realizar grandes prodigios, permitiendo establecer el Reino de Dios, a lo largo de la tierra durante el curso de la historia.
Como bien diría Jesús a los «sabios» de su tiempo.
“También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis. Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida.”
S.Juan 5:37-40 RVR1960.
Aprovechemos bien el tiempo, procurando con diligencia, conocer, estudiar y aprender la palabra de Dios, indagando en ella los misterios reservados para los que aman al Señor y viendo reflejada la sombra del Cristo en cada rincón de sus páginas, en el Nombre de Jesús amén.
Los amo y bendigo. Un feliz y próspero día.
Pastor Diego Ospina.