Y no conoció que yo le cuidaba
“Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.”
Oseas 11:3-4 RVR1960
Si existe un pesaje en las escrituras con el cual me llegue a identificar profundamente, es este del libro de Oseas, pues como ningún otro, ilustra la manera como Dios, nos cuida, aún cuando no Le conocemos y cuida de nosotros, tal como se enseña a un niño pequeño a dar sus primeros pasos, tomándole de sus brazos, así nos describe esta escena el Padre Celestial, con Efrain hijo de José, a quien el patriarca Jacob su abuelo.
Le dio la bendición de la primogenitura, en lugar de su hermano Manasés y los hizo parte de las doce tribus, recuerdo en mis primeros años de nacido de nuevo, al leer este pasaje, sentí como me hablaba en primera persona, que yo era ese Efraín, que el Padre tomó de sus brazos y le enseñó a caminar, y tal como Efraín, yo no lo sabía, es decir, Él siempre ha estado con nosotros, más nuestra vista estaba nublada para poder reconocerle, hasta que un día en su infinita misericordia, quitando el velo de nuestros ojos, nos permitió, reconocerle.
Oremos por todos aquellos que vagan en tinieblas, seguramente siendo tomados de las manos por Dios, pero ciegos para poder reconocerle, que las vendas caigan de sus ojos y puedan volverse al Dios y padre, que nosotros permanezcamos en la luz y no permitamos confiados en que ya todo lo sabemos, pues en realidad poco o nada sabemos, desviarnos del camino de salvación, en el nombre de Jesús amén.
Un muy bendecido viernes.
Pastor Diego Ospina